El ocre rojizo de las quebradas, el verde intenso de los palmares, se entrecruza con el azul de una bahía, a unos metros un gaucho galopa su cimarrón entre nubes de polvareda, mientras el manchado nos mira con sus ojos buenos.
Enfrente, los recolectores de uva se codean con un grupo que juegan su partida de truco en el bar del pueblo, mientras un poco más allá, un campesino sigue abriendo surcos con su arado.
Al costado, bajo el amarillo y verde de sus sombreros resalta la piel cobriza y las trenzas negras de las cholas, un coya bebe en su vasija, y una joven madre con su crió a cuestas recorre el árido camino a casa...(Óleos –Roberto Báres)
Sólo cruzamos un pasillo y de la serenidad de playas, bosques y quebradas, de los rústicos ropajes, de la mirada infinita de unos ojos negros, saltamos al torbellino de Buenos Aires...
Las filas en el semáforo, un lustre al paso, el café y el cigarrillo breve respiro en medio del ajetreo citadino, el Colón, la plaza, y los personajes del barrio, el barrendero, el repartidor de pan...
Pluma, tinta y color que logran detener el vértigo de la ciudad, plasmar un momento, una escena, dar forma a un recuerdo.(Tinta con pluma y acrílico/óleo-Tito Pérez)
Y allí en el centro...rojo, blanco, negro... autos, ropas, calles, edificios, un golpe de amarillo...semáforos, el taxi, un policía, la ciudad, un click, un instante, y la tinta y el pincel recorriendo, marcando, resaltando más allá del ojo...la mirada del artista.(Fotografía intervenida-Mariano Brizola)
Ya saliendo de la sala, la placidez de una pampa recostada en un cielo infinito nos invita al descanso, nos habla de otro tiempo, de otros lugares...donde el sol y la luna son nuestros compañeros de viaje...(Óleo- Cachorro Agote)
Y subimos la primer escalera, el ruido del mar se confunde con el rugido de un tigre...una bailarina descansa pensativa, y un grupo de pescadores realiza su faena mientras el director de orquesta y el violinista siguen sumergidos en su música, así frente a nosotros un mundo de paisajes, marinas, personajes y felinos salvajes conviven en una armonía sólo lograda por la magia del pincel. (Trastienda - Óleos – Roberto Barés)
Una segunda escalera nos conduce a otro recorrido por Buenos Aires, esta vez en un diálogo entre mito y realidad que lleva nuestra mirada del histórico gol de Maradona,(Técnica mixta-F.Gonzalez) a las zapatillas gastadas de esos chiquilines que nos miran entre desconfiados y risueños desde la pantalla, (DVD/Fotografías- Augusto Tejada) pasando por típicas calles y esquinas, gigantescos graffitis, que nos sumergen en la ciudad. (Fotografía intervenida-Mariano Brizola)
Giramos nuestra cabeza y un mundo de colores y formas se despliega ante nosotros, óleo, acrílico, tinta, telas, madera, piedras...todo es válido para expresar y despertar emociones, ideas...sensaciones...(Trastienda grl./en formación)
Los esperamos...
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