En 1946, Gyula Kosice, escritor, plástico, teórico y poeta, precursor de vanguardia del arte cinético y lumínico, funda el Arte Madí, arte que rompe con el dogmatismo modernista imperante en la época escapando a toda definición académica, “el arte es la moneda de lo absoluto” asevera Kosice, quién es también autor del manifiesto Madí y creador del “Diccionario Madí” con definiciones de vocablos inventados por él, que conforman una nueva forma de transmitir. 

La multiplicidad, rasgo distintivo de Kosice, lo es también del Arte Madí, que se bifurca en diversas brazos artísticos que nacen y confluyen en un único núcleo, “una invención interminable”, así, arquitectura, música, dibujo, pintura, escultura poesía, danza, teatro, etc, se desplazan en un eterno fluir atemporoespacial, "crear e inventar",  "liberar al hombre de toda atadura", hombre y arte en expansión, la palabra se hace movimiento, espacio, luz, color, y estos palabra...más aun, es el primero en introducir el agua como elemento plástico en sus obras, elemento cambiante, móvil,  continente y contenido...”es imprescindible permutar la conducta poética del agua y su exacta naturaleza interior, cambiante y móvil... con esculturas en que el volumen líquido totalice esa equivalencia de materia y energía ...”, funda así Kosice  “La arquitectura del agua en la escultura”.

Este desplazarse caracteriza también los comienzos de este movimiento, donde sus jóvenes integrantes al ser rechazados por las galerías tradicionales optaban por exhibir sus producciones artísticas en la calle Florida (que por aquel entonces aún no era peatonal). Tomados de la mano, interrumpían el tránsito para que se le prestara atención a sus obras lo cual les trajo inconvenientes y duras críticas. Hasta que un poeta peruano Alberto Hidalgo, les propuso, “si los llaman locos, ¿por qué no exponen en un manicomio?...esto genera una búsqueda que culmina con la exhibición de  su obra en el domicilio particular del célebre Enrique Pichon-Riviére, impulsor de la psicología social y más tarde en la casa de Grete Stern ex alumna de la Bauhaus, obra que todavía respondía al nombre de Movimiento de Arte Concreto-Invención.

En este desplazarse, el movimiento se expande, y la palabra-sonido, memoria-presente de “Madrí, Madrí ¡no pasarán! grito republicano que aún reverbera en el oído de un Kosice veintiañero, lo nombra, Madí.

Gyula Kosice nació en Hungría en 1924 y tres años más tarde viajó a nuestro país. Dicen que el largo viaje que realizó siendo muy pequeño por el mar, de aquellas noches cubiertas por las estrellas más brillantes, dejó una huella en él que años más tarde toma cuerpo y renace con el hidrocinetismo que incorpora a su obra…

“…yo creo que mi vocación empezó en la niñez porque yo soy de origen húngaro. Llegué a la Argentina a los 3 años y medio. Atravesamos con mis padres el Océano Atlántico, una travesía que duró 30 días. ¿Y qué veía yo en esos días? Cielos y estrellas. Estrellas y agua. Agua y cielo. Nada más. De manera que estoy embebido del agua.” Gyula Kosice.

El Sábado 23 en el marco de la muestra “Estados del Agua”, se realizará un Homenaje a Gyula Kosice, padre del Arte Madí, precursor de la integración del agua en las Artes Visuales. Se proyectará el documental Planeta Kosice, producido por la UNTREF y dirigido por Mariano Sardón y Rodrigo Alonso, contando con la presencia de estos y de  autoridades de la Universidad.  En el mismo Objeto a a través de la Historiadora de Arte y Curadora de la muestra, Graciela  Taquini, hará entrega al Maestro Gyula Kosice de un Diploma en reconocimiento de su trayectoria. (los cupos son limitados, aquellos interesados en asistir escribir a info@bjeto-a.com.ar)


La imagen superior es un detalle de la obra "Ritmo de gota" del artista Gyula Kosice, 1950, Water, wood and metal.
Imagen publicada en la revista ArtNexus