Sonificación por video
En el descanso de la escalera principal esperan al visitante unos auriculares descansando de un soporte. Frente a ellos una ventana disfrazada de escotilla con una pequeña mirilla. Ambos elementos son una invitación a sumergirse en la expedición espacial que está realizando en ese mismo instante la tripulación del cuento de Cordwainer Smith “Azul pensar, hasta dos contar”
"Antes que las grandes naves susurrasen entre los astros por obra de la planoforma, la gente tenía que volar de una estrella a otra con inmensas velas: enormes membranas armadas en el espacio sobre un cordaje largo, rígido y a prueba de frío. Un pequeño bote espacial ofrecía lugar suficiente para que un marinero manejase las velas, verificase el rumbo y observase a los pasajeros que iban herméticamente encerrados en sus pequeñas cápsulas abiabáticas, nudos en inmensos hilos arrastrados por la nave. Los pasajeros nada sabían: se dormían en la Tierra y despertaban en un nuevo y extraño mundo 40, 50 o 200 años más tarde." "Azul pensar, hasta dos contar" Cordwainer Smith, 1962
Luciano Azzigotti, Músico, compositor y programador presenta en esta ocasión una sonificación por video funcionando en una videoinstalación de pequeño formato. Su objetivo: recordarnos el sentido de la audición y sus posibilidades de construcción de imágenes visuales. Dice Azzigoti “la restricción en la percepción de la obra está pensada para potenciar la atención y el tiempo de experiencia asi como hacer prevalecer el material sonoro por sobre el visual. También entra en relación con el cuento en el que esta inspirada APH88C, Azul Pensar hasta 2 contar de Cordwainer Smith.”
Los observadores navegan por un universo resultante de la confluencia de las propuestas de Smith y Azzigotti. La propuesta del artista toma la forma de un video como una partitura temporal y visual, éste genera una organización temporal espacial y tímbrica de materiales sonoros que en este caso remite a técnicas extendidas de ejecución sobre un piano de cola. El video es a su vez una exploración de las geometrías, colores y formas del instrumento por dentro.
“No hay antecendentes en cuanto a este tipo de relación, en tanto relacionar la visión interna que puede tenerse de un instrumento con su sonoridad, y su puesta en juego conjunta en una obra audiovisual. Los sonidos a veces están asociados a la acción que los genera, pero a veces solo simbolizan la idea de trayectoria y de viaje vinculandose con la propia de la imagén siempre en un lento y amplio movimiento. Los materiales estan inspirados muy libremente en un viejo cuento de Cordwainer Smith, o Paul Linebarger (1913-1966) llamado "Azul Pensar, Hasta Dos Contar"." Sic Azzigotti.
Acerca de Azul pensar, hasta dos contar, por Azzigotti:
Este cuento está narrado en el pasado de un futuro muy muy lejano. Y es esta mezcla de futurismo, nostalgia y desaprensión por la superficie de los cambios que lo hace tan actual. En Azul pensar...., la humanidad se lanza a la conquista de planetas lejanos, en viajes que duran cientos de años, para esto usan veleros fotónicos, naves espaciales con velas solares de 30 km de largo, de las cuales se desprenden pequeñas capsulas de criogenesis que contienen no menos de treinta mil humanos por cada viaje. La computadora principal debe despertar a alguien en caso de que haya problemas. Y los hay. En el medio del recorrido, en la infinitud del vacio, tres personas son despertadas y conducidas a la nave de control. Hace cientocincuenta años que salieron de la Tierra, y aun faltan cientos para llegar.
Acerca de Azzigotti: Estudio composición en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Como compositor he realizado y ejecutado obras instrumentales y electroacústicas. Como programador y electrónico me desempeñé en el diseño de plataformas de telecomunicaciones y arte digital para el medio televisivo, y en el diseño de herramientas para topografía marina. Becas y y selecciones: Fundación Telefónica, Taller de Arte Interactivo, 2007.The Conseil des arts et des lettres du Québec, 2008.
El espacio exige a veces herramientas extrañas: los gritos de una niña, el cerebro laminado de un ratón muerto tiempo atrás, el llanto desconsolado de un ordenador. El espacio casi nunca ofrece tregua, socorro, rescate o reparación. Hay que prever todos los peligros; de lo contrario se vuelven mortales. Y el mayor peligro es el hombre mismo.
Think blue, Count two, Cordwainer Smith.
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