FBL: Básicamente un pozo es una película para esa gente que disfruta de un truco de magia sin preguntar después cómo se hizo. Hay tipos que disfrutan de ver un truco de magia y ya; en cambio hay adultos que en vez de disfrutar el truco están viendo el cómo. Esas dos clases de adultos se paran distinto, caminan distinto, piensan distinto, se manejan diferente en la vida. Y ese adulto que se deja encantar por el truco tiene un espíritu añiñado, si se quiere. Por eso se engancha con nuestras películas, porque nosotros trabajamos con esos elementos, porque nos parece que somos esos adultos. Pero ese espectador no es un niño sino que es un adulto.
Alguna vez leí una nota en la que el productor teatral Carlos Rotemberg criticaba la inexistencia de espectáculos para adolescentes, decía que los chicos a partir de los 10, 13 o 15 años dejan de ir al teatro para volver solo en algunos casos en edad universitaria. Rotemberg observaba esto desde una cuestión de mercado. Terminada la infancia solo regresan al teatro los intelectuales universitarios. Justo en el momento que salió esa nota yo estaba ensayando con un grupo de teatro una versión de El médico a palos, de Molière, una obra con una crítica social muy fuerte, en clave de dibujo animado, para presentar en horario infantil, porque la versión estaba destinada al público adolescente. Me parece que Básicamente un pozo también tiene algo de esa línea de trabajo.
A las funciones que hemos hecho en la gira fueron muchos adolescentes, de esa franja que va entre los 13 y los 20 años a los que les pegan mucho nuestras películas. Mientras que en el mercado se les ofrecen a los chicos historias en la que los personajes viven experiencias de adultos.
Ignacio Laxalde (IL): A mí me pasaba con Amigovios – telecomedia de la década del 90–, cuando era chico.
FBL: Yo me sentía reatrasado.
IL: Yo decía "¡ya se dan besos!", "¡tengo que estar de novio!"
FBL: Uno se sentía retonto. En ese sentido yo creo que con nuestra película estamos aportando algo fresco, presentando otra alternativa para esa edad, que al menos no te frustra, apunta a la imaginación, es otra opción. Cuando yo miraba Amigovios estaba en esa edad en que jugás a los autitos y te gustan las chicas, y veía Amigovios y me decía: "Ahora me tienen que gustar las minas", y entonces aparecía la represión del juego.
— Tal vez las expectativas, lo que se espera de los niños, cambió mucho con el tiempo. Cambió la idea de infancia que tenemos.
FBL: ¡Sí!, y la idea de adulto que tenemos.
BC: Yo lo que veo es que a los chicos se los carga con muchas exigencias. Van al colegio a la mañana, a la tarde a inglés, a la noche a fútbol y... ¡hay niños estresados!
—Sí, cambió la mirada sobre el juego. Tal vez antes la gente no se preocupaba tanto por si un chico jugaba “demasiado”.
BC: Esas exigencias sobre los niños se ven en las nuevas patologizaciones de la niñez: ADD (déficit de atención), ADHD (déficit de atención con hiperactividad). Más que mostrar una patología real de los chicos, muestran la exigencia de los adultos sobre los niños. ¡Cómo no va a ser hiperquinético si está encerrado en un departamento de 4x4, y tiene un montón de excedente de energía!
FBL: Claro, los adultos no lo toleran, y le diagnostican ADHD.
BC: Respecto de las obras con mensaje y demás, yo creo que si bien Básicamente un pozo como él dice no es para niños, o no es para niños exclusivamente, yo prefiero decir que también es para niños. Yo encuentro que es genuina en lo que cuenta y cómo lo cuenta. A veces me pasa que veo obras para niños enfocadas en un sentido formativo, educativo, y resulta muy evidente la intención del adulto. Y a veces se me hace que es más para que lo vea el adulto, se tranquilice, diga: "¡Ah! mi hijo está viendo algo que le enseña que tiene que leer, que tiene que ser bueno..." y no sé si el niño realmente está incorporando como si fuera un valor per se el hecho de que hay que leer; probablemente lee por la compu. Por ejemplo, un adulto toma el valor: "¡Tenemos que inculcarle el hábito de la lectura!", y hacen toda una película enfocada en eso. Siento que eso es para tranquilizar al adulto.
AG: Si al chico no le interesa posiblemente ni le llegue el mensaje.
FBL: Es poner el carro delante del caballo; primero pensás qué hay que transmitir.
IL: Para conseguir un subsidio (Risas).
FBL: Otra cosa es cuando empezás diciendo "¡quiero contar algo!", "desde mí", después lo ve alguien, y le llega; yo lo que quise es contar algo. La consigna "vamos a transmitir valores" no funciona. Por eso aportó frescura nuestra película, porque nosotros no la pensamos para chicos, y salió (ponele) para chicos.
IL: Lo que pasa mucho con nuestras películas, por ejemplo a la salida de una función o cuando nos mandan e-mails, es que la gente nos dice: "Gracias, la película me hizo sentir mejor persona", "me siento feliz", y hablan de una sensación de felicidad y de esperanza. Yo no sé hasta qué punto el término "formativo" está bien usado para hablar de películas como la nuestra, porque una obra de arte trata de generar sensaciones.
— Ustedes tienen algunas "máximas" o pautas a la hora de crear historias. Temas o tratamientos que prefieren evitar. ¿Cómo es eso?
AG: Si bien no pensamos la película para chicos, siempre pensamos en el público en general. Nos interesa que el cine, como el arte en general, le permite expresar y comunicarse a cualquiera. Además es lindo que una película pueda ser vista por todos, que no niegue el acceso a nadie. Ya poniendo escenas de violencia, droga, etc. seguramente te estás arriesgando a que te pongan un cartel que diga: "Apta para mayores de 13, 14 o 18" y se pierde un montón de gente que podría ver nuestras películas. Y la manera en que hacemos cine nosotros hace que se le abran las puertas de la sala a gente de cualquier edad.
FBL: Nosotros hacemos películas para todo público, y tratamos de abrir cada vez más el abanico.
AG: Hace poco fuimos invitados a un taller en el Centro Cultural Rojas para mayores de 50 años. Pasamos la película y lloraron, se emocionaron muchísimo. Nos comentaban cosas, estuvimos charlando con ellos.
FBL: En esa función estaba el hijo de la profesora del grupo, que tiene 15 o 16 años, que había visto nuestra película en el BAFICITO. Estaba fascinado y la quería volver a ver.
AG: Al otro día de verla nos escribió un e-mail contándonos qué le había parecido la película.
FBL: Lo que hacemos en el interior, cuando vamos de gira con las películas, es invitar a la abuela con el nieto, y a todos los que están en el medio. En el interior muchas veces no hay demasiada población. Tenés al pueblo entero viendo la función.
A Las Grutas fuimos con la peli y en la función había gente con su reposera y el mate, la mamá, el nene; eso me parece buenísimo. No ponemos la restricción "para niños" o "para adultos", que vengan quienes quieran. Ahí hay una mixtura, es la sociedad toda.
AG: No decimos: "A ustedes se las prohibimos porque son chicos".
FBL: Uno de los programadores del BAFICI nos dijo: "A ustedes los agarra un distribuidor de cine y le generan un dolor de cabeza, porque no sabría dónde poner la película". El mercado necesita la segmentación.
—Pero eso pasa con muchas otras películas "inclasificables".
IL: Les pasó también a los programadores del Festival. Nos decían: "No es el perfil de película para Competencia Oficial", y sin embargo mucha gente nos preguntaba por qué no estaba en la Competencia Oficial.
FBL: Yo creo que el no ponernos en la Competencia Oficial del Festival fue para cuidarnos.
AG: El BAFICI tiene otra mirada sobre la Competencia Oficial.
IL: Al público le hubiese encantado; ahora no sé si le hubiera gustado a la crítica que busca temas más crípticos, más solemnes.
— Sergio Wolf, director artístico del BAFICI, presentó la función de estreno de la película con mucho entusiasmo y aprecio por el trabajo de ustedes.
FBL: Sí, y esa actitud la mantuvo con nosotros durante todo el proceso del Festival. Fue como un padre, él y todo el equipo se comportó así. De todas formas creo que para el año que viene van a tener que rever el BAFICITO. O tal vez quieren que esa sección quede así.
BC: A mí lo que me sorprendió es que en el BAFICITO no hubiera ninguna otra película argentina independiente. Tal vez no es fácil encontrar películas argentinas independientes no exclusivamente para chicos pero sí que puedan ver los chicos. Por lo general en el cine independiente hay violencia, sexo, droga, son miradas muy de autor, muy cerradas.
IL: A nivel corto tampoco recuerdo si existen. Está Zaramella.
FBL: Y en el circuito comercial ¿hay cine argentino para chicos? ¿Papá es un ídolo?
BC: Tenés a Valentina, Patoruzito, Isidoro.
AG: Manuelita.
FBL: Esas películas son decididamente infantiles. Ahí está primero el carro, que es el mercado. Manuelita fue la película más taquillera de la historia del cine argentino. Dijeron: "Tenemos que hacer plata con este público que necesita qué consumir, con esta pequeña sociedad de consumo", después viene el arte. Películas que no son "para chicos" pero que las pueden ver ¿hay en la Argentina?
IL: Por ahí las de Campanella en un punto.
BC: A mí me pasó que en BAFICI cada vez que veía nuestra película me decía: "¡Sí!, es para chicos".
— Es que también una obra genera su público.
AG: La caja original que hicimos primero para la película era una caja artesanal forrada con papel araña y una etiqueta como los cuadernos de la escuela. En esa caja mandamos el DVD de la peli al BAFICI.
—En los créditos también hay una estética infantil.
BC: Esta es la tarjeta que hicimos para un preestreno de la película.
—Parece una invitación a un cumpleaños, como las que se usaban cuando éramos chicos.
IL: Igual justo tiene que ver con el personaje central, un maestro de escuela, con sus alumnos, y en función de eso elegimos la estética.
AG: Gira alrededor de un concepto, que es lo escolar, y la invitación tipo de cumpleaños es porque en la película hay un ambiente de fiesta.
FBL: Qué loco que un adulto se autoprohiba esas cosas, y diga: "Ah, no, esto es para chicos", o como puede pasar con un adolescente que dice: "Esto es para más chicos", y tiene 13 años pero se lo autoprohíbe, lo mira despectivamente. ¡Te estás perdiendo algo que te puede hacer mejor persona!
BC: Se cree que especializando distintos nichos de consumo se puede sacar más provecho.
FBL: Para no quedar como esos artistas independientes que dicen "a mí no me gusta que me encasillen". A mí me gusta que me hayan encasillado en el BAFICITO, porque nos permitió estar en el BAFICI, que la película sea vista por 600 personas, que en los medios le hayan dado manija. Nosotros hace cinco años que estamos trabajando como grupo. ¿Por qué ahora nos hicieron una nota en Canal Siete, en la Revista Ñ, y ahora en educ.ar?. Sí me gusta que pase esto. Esto es lo que hacemos, no es para chicos, no es para grandes, es para todos.
AG: ¿Y si ahora nos encasillan en que hacemos cine para todos? (Risas)
IL: Imposible que no nos encasillen. Entendemos que son reglas del juego.
AG: Lo nuestro fue hacer la película. Después que un festival tenga secciones nos excede. Hay festivales donde compiten cortos contra cortos documentales, y cortos en 3D, y bueno es el juego del festival. No hay drama, eso no es algo que nos afecte.
FBL: Cuando hacemos giras la entrada es gratuita, nadie tiene restricciones económicas impuestas para ingresar. Cuando la gente ingresa a la sala se les da jugo, pochoclos, chizitos gratis. Hay actores y músicos en vivo que los bienvienen, les regalamos felicidad a rabiar, tratamos de que se sienten en butacas cómodas para ver cine en las mejores condiciones posibles. Nos ocupamos más allá del hacer la película. Si vos decís esta película es para chicos y llenás la sala de niños la película va a ser bastardeada merecidamente porque los niños van a responder a eso. Imaginate a 100 niños viendo Básicamente un pozo que dura 70 minutos, después de media hora de propagandas y media hora más de cortometrajes abstractos, como pasó en el BAFICI. Por eso, ojo con las clasificaciones, a veces pueden ser contraproducentes.
AG: Por eso yo decía que, al menos que lo organicemos nosotros, como la gira, nos excede. Son parámetros que maneja la gente que organiza un festival de esa manera. Cuando nos dijeron que íbamos a estar en la sección BAFICITO aceptamos también.
FBL: Además estuvo bueno porque no vinieron solamente chicos.
— En el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata siempre hay una sección de cortos de animación que organiza Caloi junto con María Verónica Ramírez. Son funciones a las que asisten tanto adultos como niños. Y a la salida del cine se puede escuchar a padres e hijos conversando sobre el sentido de las películas que vieron. Es sorprendente, y sucede más allá de en qué sección pongan una película, o cómo se llame la función.