Hace poco tiempo les habíamos comentado que nuestro amigo y escritor Alejandro Alonso nos seguiría introduciendo en el mundo del género fantástico. Hoy les acercamos un artículo que escribió especialmente para Objeto a: "Tópicos de la ciencia ficción en tres relatos argentinos". A lo largo del mismo Alejandro repasa tres temas típicos de la ciencia ficción a través de un tamiz indiscutiblemente argentino: los tejes y manejes de las corporaciones del futuro, el viaje en el tiempo y el primer contacto con extraterrestres.
Los dejamos que lean tranquilos y aguardamos sus comentarios...
Argentina tiene una importante tradición en la literatura fantástica y particularmente en la ciencia ficción, que comienza a cimentarse en la segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX, con nombres como Eduardo Ladislao Holmberg y Leopoldo Lugones.
Daniel Croci, escritor argentino y otrora director de la revista de fantasía y ficción científica Nuevomundo, decía en su “Tesis para una nueva literatura fantástica nacional” (Latinoamérica Fantástica, Ultramar Editores - Barcelona, 1985): “Los pueblos expresan sus problemas, temores y esperanzas a través de relatos fantásticos. De ahí la importancia de la literatura fantástica. Además hay que tener en cuenta que el Arte es siempre transfiguración mientras que el realismo extremo se confunde con la investigación de campo. La ciencia ficción es la fantasía de la sociedad industrial y tecnificada, su nivel de popularidad depende de que los problemas, temores y esperanzas del pueblo pasen por la ciencia y la tecnología”.
Los tres cuentos que comentamos son tres llamativos ejemplos de cómo fueron tratados algunos tópicos de la ciencia ficción por escritores argentinos. También cabe destacar sus títulos memorables, y será también por eso mismo que no los he olvidado a pesar de que hace tiempo que los leí.
• “Inocente Maquiavelo Reforzado”, de Héctor Germán Oesterheld. Apareció por primera vez en la revista Más Allá (octubre de 1955), revista en la que Oesterheld colaboró y de la que, según se cuenta, fue director. “Inocente Maquiavelo Reforzado” relata la competencia entre dos corporaciones del futuro que fabrican… corpiños. De hecho, el enigmático título hace referencia a uno de los modelos. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar para aniquilar a su competidor? ¿Vale la pena? En este cuento, Oesterheld pone toda la carne en el asador: una convincente ambientación (con notables detalles anticipatorios), artilugios tecnológicos, melodrama, humor, misterio, picardía… Pero en el fondo es una fábula sobre las obsesiones y sus peligros.
http://axxon.com.ar/c-CuentoInocenteMaq.htm
• “Gu ta Gutarrak”, de Magdalena Mouján Otaño. Este relato, que obtuvo el primer premio en el concurso de cuentos de la Segunda Convención de Ciencia Ficción de la República Argentina (Mar del Plata, julio de 1968), se puede definir como “desopilante”, pero eso sería soslayar los otros méritos, y son muchos. El título (toda una declaración de principios) significa “Nosotros y los nuestros” en vasco. Mouján Otaño rescata el arquetipo del vasco de una manera exquisita, y lo pone al servicio de una historia sólida, que exhibe una coherencia interna tan excepcional como monolítica. El punto de partida es una pregunta que aún hoy la ciencia discute: ¿De dónde vienen los vascos? Para llegar a una respuesta satisfactoria será necesaria una epopeya tecnológica que sólo podrá llevar adelante un grupo de pertinaces físicos vascos (y los suyos, claro, incluyendo a un argentino). El relato fue publicado en la revista española Nueva Dimensión nº 14 (1970, con Francisco Franco aún en el poder). Y a pesar de que la publicación había sido aprobada para su distribución, pocos días después de su salida el Tribunal de Orden Público ordenó retirarla de la circulación, pues el cuento de Mouján Otaño “atentaba contra la unidad de España”. La realidad, una vez más, supera la ficción.
http://axxon.com.ar/c-CuentoGuTaGutarrak.htm
• “El calamar opta por su tinta”, de Adolfo Bioy Casares. El autor cuenta que le comentó el título del cuento a su amigo Jorge Luis Borges y que éste respondió: “Está bien. El verbo optar supone una inteligencia que los calamares probablemente no tienen”. Publicado en El lado de la sombra (1962), este cuento de tono satírico nos relata el primer contacto con un extraterrestre. Pero sabemos de este hecho a través de pequeños indicios, de lo que ha oído el tonto del pueblo, de especulaciones en torno a la mesa del bar de un hotel. El escenario es un pueblito reseco, donde los jóvenes de nuevas ideas son más afectos a las palabras que a la acción. ¿Y si el destino del mundo dependiera de ellos?
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Narrativa/BioyCasares/calamar.asp
Alejandro Alonso (2008)
En el marco de la entrega de los Premios Más Allá 1996. Alejandro Alonso, que estuvo entre los nominados, recibe algunos pergaminos de mano de Adolfo Bioy Casares, quien recicibió un reconocimiento especial por su trayectoria.
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