La jirafa y la tortuga
viendo a la tortuga, la jirafa se reía
desde su altura, altiva y orgullosa.
- Eres petisa, te arrastras por los suelos,
tu figura es, realmente, muy jocosa
-mirame a mí, esbelta y elegante.
Puedo observar a lo lejos lo que quiero,
roza mi cabeza la copa de los árboles,
me distingo, por alta, en el mundo entero.
-Alcanzar tu estatura no me inquieta,
porque todo es cuestión de simple espera-
dijo la tortuga- ya nos verás niveladas
cuando estemos en la caja de madera.
Fábula perteneciente al libro próximo a editar "fabulario de hoy y de siempre".
Autor: Roberto De Giácomo
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