Queridos amigos, luego de un proceso que nos llevó a la decisión de armar un dominio de blog propio, de discutir diseño y contenido, con mucha alegría, ponemos al aire el blog de Objeto a y comenzamos ahora una nueva forma de intercambiar opiniones a través de este formato con nuestros amigos, colaboradores y todos los que vayan tomando este proyecto como propio.
Luego de haber ejercido como Ingeniero Civil hasta los 36 años, tuve una transición al ingreso del mundo de la computación durante dos años, porque combiné Ingeniería con el uso de software de diseño asistido por computadora. En el año 93 (¡el siglo pasado!), ingresé a Microsoft en los albores de la informática en Argentina.
Durante los siguientes 14 años me fui especializando en los usuarios de computación hogareños, donde las computadoras personales tenían un uso más lúdico que en las oficinas. Los últimos años de mi gestión la División que llegué a liderar tuvo como nombre División de Entretenimiento porque mucho de sus productos tenían que ver con eso. A partir del año 2002 la División fue regional y llegué a tener responsabilidad por cinco países.
Hacia mediados del 2006, mi esposa Susana empezó a bajar a tierra el sueño que comentaba en el post previo, pero aun no teníamos un proyecto en común. Nuestra hija Lujan se entusiasmó con la idea y empezaron a darle forma. A fines del 2006 teniamos la casa en Niceto Vega, fruto de una búsqueda diaria de Susana del lugar para el proyecto.
Cuando Susana me dijo entusiasmada que había encontrado el lugar que quería y me llevó a verlo, apenas vi la casa, empezamos a imaginar los espacios: la sala de charla, la sala de exhibición de obras, el taller, y por supuesto la “parra”. Todo encajaba en Niceto. Tenía que ser ahí.
Pero yo aún tenia que presentar forecast de ventas y viajar por los países y dar conferencias de prensa, lanzar productos y coordinar campañas. Queria formar parte del proyecto familiar que crecía a diario pero no tenia tiempo disponible.
En marzo del 2007, en un almuerzo en Santiago de Chile con mi ex jefe, mientras le explicaba el proyecto en el que estaban trabajando Susana y Lujan, sentí que comenzaba mi despedida de Microsoft.
En ese momento, me di cuenta que me entusiasmaba la idea de formar parte del desarrollo de una categoría nueva en un mercado que coyunturalmente tenía fuertes proyecciones de crecimiento: Buenos Aires tiene un destino histórico por su tamaño, por su gente y por su propia historia. Debería ser al menos la tercera capital cultural latinoamericana, detrás de DF y Sao Paulo. En un mercado del arte en expansión, en una ciudad caracterizada por su espíritu innovador y distintivo, en una zona emblemática de la ciudad cruzada por un estilo bohemio y con un turismo selecto, Objeto a abriría sus puertas en Palermo Soho en abril del 2008.
Cuatro meses después me despedía de 14 años del mercado de tecnología de la información para ingresar en un proyecto totalmente nuevo, dejando una estructura corporativa por una familiar.
Los primeros tiempos fueron difíciles porque yo me iba el lunes a la mañana a la oficina y dejaba mi escritorio libre hasta el sábado por la mañana. Cuando fui con mi laptop el primer lunes post MS, encontré el escritorio ocupado por el gato, la perra y Susana, quien me dijo muy amablemente que ese era su “rincón de trabajo” durante la semana. O sea que tuve que ocupar otro lugar en la casa porque no tendríamos oficina por los siguientes 7 meses que iba a durar la obra.
Pero esas son anécdotas que comentare en otro blog a petición del público, si es que pueden soportar condiciones extremas de tensión.
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