Niño –Bandera reflexiones sobre control de la población
Video 1.45 min
Diálogo entre un niño –banderillero y un avión fumigador
Artista: Marina Rubino
Durante la noche del Gallery Nights Marina Rubino estará presentando por primeta vez Niño bandera, obra premiada por el Fondo Metropolitano de las Artes.
Contexto: Argentina, país que ha desarrollado fuertemente la agricultura. Desde hace más de una década que se cultiva en forma intensiva el poroto de soja, destinado practicamente para uso forrajero, no para consumo humano. La semilla se comercializa acompañada de su herbicida. La soja está manipulada genéticamente para desarrollar una resistencia a esa sustancia química. Este herbicida se utiliza mediante avioneta o con máquinas que permite una especie de riego por aspersion. Se llaman mosquitos. Todo tóxico debe aplicarse diluido y no en estado puro, no aéreo, debe aplicarse en forma localizada. Los daños a la salud con los productos químicos son impredecibles, cuando más jóven es la población expuesta se sospecha que mayores serán las afecciones.
La Organización Mundial de la Salud, describe efectos serios en relación al uso de herbicidas; en varios estudios con conejos, los calificó como "fuertemente" o "extremadamente" irritantes. El ingrediente activo (glifosato) está clasificado como extremadamente tóxico (categoría I). En humanos, los síntomas de envenenamiento incluyen irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómito, pérdida de conciencia, destrucción de glóbulos rojos, electrocardiogramas anormales y daño o falla renal.
Estudios realizados por científicos independientes han demostrado que el glifosato ha sido erróneamente calificado como "toxicológicamente benigno". En Argentina el herbicida más utilizado es el Glifosato. Lo paradojico es que este producto es desarrollado por la misma empresa que, durante la Segunda Guerra Mundial fabricaba el veneno ciclón b, veneno utilizado en los campos de concentración de Alemania. Lo que me interesa es que finalizado el proceso de horror, hubo reflexiones de todo tipo acerca de cómo habíamos llegado a esto. Aun hoy al leer la historia, hay un revisionismo ciego, que no traza el puente entre el pasado y el presente, una negacion colectiva. Todo el tiempo estamos viviendo en una cámara de gas. En Argentina se contratan niños que por 20 centavos por hectárea, indican al fumigador qué zonas fumigó, usando una bandera. Se llaman niños-bandera o banderilleros y están expuestos al herbicida y otros venenos permanentemente. Vivo buena parte del año en Mar del Sur, en la provincia de Buenos Aires, en el campo cerca del mar. En los alrededores de mi casa , hay plantaciones de soja y en diciembre y a veces en enero, fumigan ese campo. El herbicida llega a mi casa. La tierra fumigada es capaz de filtrar al herbicida. Lo más probable es que el veneno ya esté en la napa, de donde extrae el agua la bomba de mi casa, a 18 m de profundidad. Y tambien lo más probable es que ya esté dentro de mi organismo y en el de mis hijos. Mi hijo no es un niño-bandera, pero prodría serlo.
Descripción: El video comienza con travellings de imagenes satelitales tomadas del Google Earth y se produce un diálogo entre un avión y un niño que está banderilleando, Del avión vemos su sombra, algunos detalles al atravesar el cuadro de la pantalla . Al niño (que es mi hijo) lo vemos desde arriba, a modo de subjetiva de aviòn. Vemos que pasa el avión y `fumiga`el pasto, luego vemos que `fumiga¨ al niño. Posteriormente vemos al niño jugando con un avión de Madera balsa, produciendo un sonido irritante hasta que lo arroja al piso. Escuchamos la caida.
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